LA PAZ VERDADERA. (Filipenses 1:11)
Actualizado: 30 ago 2021
Hace unos años tuve una compañera de trabajo con la que tenia que interactuar a diario y ella usaba una expresión en forma jocosa, pero con algo de significado para ella. Y es que cada vez que algo no salía como esperado o nos veíamos bajo mucha presión y stress para resolverlo, ella salía con su frase favorita para esos momentos “no hay paz”!

Con frecuencia hacíamos chiste de este momento, pero con el tiempo llegué a entender que para ella hacia sentido, asociar la presencia de dificultad es o aprietos con la ausencia de paz. Este es el abordaje más común que encontramos en el mundo para identificar la paz: ausencia de problemas.
Lo cierto es que la paz es un atributo de Dios y solo Dios puede otorgarla. La Paz verdadera proviene de Dios, porque la paz es parte de Su naturaleza. Y esta es la razón por la que el hombre la busca en todas partes sin éxito.
Si pensara en formas en que podemos convertirnos en receptores de esta paz, que solo Dios puede otorgarnos, lo primero que tendría que pasar es que tengamos paz con Dios por medio de la justificación por fe (Romanos 5:1-2) y segundo recibir la paz por medio de Su Espíritu. (Gálatas 5:22-23) Luego quedaríamos con la responsabilidad de dar el siguiente paso y es que, disfrutar de esta paz se convierta en un estilo de vida para cada creyente.
La Paz de Dios, se evidencia cuando confiamos en EL y su plan para con cada uno de nosotros, aun cuando no lo sabemos todo. Pero podemos estar seguros (persuadidos/convencidos) en su palabra y la promesa de que la obra que comenzó en nosotros lo completará.
Este pensamiento es el que debe prevalecer en cada uno de nosotros cuando los planes que tenemos no se cumplen o se cumplen fuera de los tiempos que habíamos planificado o quizá en los momentos de incertidumbre, como los que vivimos, .Nuestro vivir en paz debe ser igual ya sea que vivamos o que muramos pues en Cristo ambos estados son ganancia.
Donde estas buscando tu paz? La buscas en el lugar correcto? Hay una fuente inagotable que es Jesús y su palabra, pero el alimento hace su efecto o causa el resultado esperado cuando se toma y asimila. Así funciona la palabra de Dios, es el alimento que debo tomar y confiar que causará el resultado transformador en mi vida y es nuestra fuente de paz.

Autora: Emma Laguna
Directora Ministerial